jueves, 23 de febrero de 2012

John Piper - No Desperdicies Tu Vida

El Hombre Dichoso y el Rey de Sion.


“Dios le esta contando una historia al mundo.  Comienza en la eternidad pasada, y se extiende hacia la eternidad futura. Llegó a su clímax dos mil años atrás cuando Dios entro en su creación en una nueva manera.  Podría llegar a su conclusión temporal el día de hoy o en cinco mil años.  El tema de la historia es Shalom: todas las cosas en su lugar de creación haciendo lo que fueron creados para hacer en una relación amorosa con su creador. Y, Maravillosa Gracia, es una historia en la que Dios nos invita a ti y a mí a ser personajes.” – Daniel Taylor   

Historias hay muchas, pero hay una historia la cual es de suprema importancia, para todo el cosmos, todo lo que ha sido creado bajo los cielos y en todo el universo depende de esta historia para su sustento, pero en lo que se refiere a nosotros es de suma importancia para nuestra restauración.  Daniel Taylor nos dice que: “los seres humanos son criaturas en forma de historias. Nacemos en historias, nos criamos en historias, y vivimos y morimos en historias. Siempre que tenemos que responder a una gran pregunta, ¿quién soy yo?, ¿por qué estoy aquí?, que nos pasa cuando morimos? – contamos historias...  La historia original y fundacional de nuestro universo, es la historia del amor de Dios por si mismo y por su creación, y todas las otras historias deben ser juzgadas a través de esta historia. La mejor manera de concebir fe, y de tener una vida de fidelidad, es el de ser parte de esta historia en la cual nosotros podemos ser un personaje. Nuestra labor es la de vivir para ser un personaje de la historia más grande jamás contada. Es por este motivo que fuimos creados.”  Esta historia es el evangelio de la gloria de el Señor Jesucristo, en donde la majestuosa y gran Trinidad es el personaje principal y nosotros abarcamos un lugar secundario. 

La misión de este blog es la de explorar esta historia, el evangelio entero desde el principio en Génesis hasta el final en Revelaciones.  A través de esta serie quiero ayudar a que esta historia sea conocida y estudiada de una manera canónica por mi gente de habla hispana.  Es mi intención el comenzar a establecer algunos parámetros de cómo se llevara a cabo nuestro exégesis, vamos a compartir hoy acerca del Salmo 1 y 2 y después comenzaremos desde el principio en Génesis 1.

Lucas 24:44: nos dice Y les dijo: Esto es lo que yo os decía cuando todavía estaba con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que sobre mí está escrito en la ley de Moisés, en los profetas y en los salmos.”  Jesús nos esta diciendo que el Pentateuco (la ley de Moisés) los profetas y los salmos apuntan a el.  Jesús esta en el centro de la totalidad de la narrativa bíblica.  Este es el punto de referencia que tomaremos al hacer el exégesis de los dos primeros salmos.  Los Salmos uno y dos sirven como la introducción al libro entero de los salmos y estos dos Salmos están relacionados a el convenio del Señor con David (2Samuel 7), entonces la pregunta seria cuales el tema principal de los salmos?  Los salmos tienen como tema y sujeto principal a “el hombre dichoso” o a “el hombre bienaventurado (salmo 1:1).”  Cuando examinamos el hebreo de “el hombre dichoso (o bienaventurado)” la palabra en hebreo es vyaih' “El Hombre:”  La palabra hombre esta acompañada por un articulo definitivo h'  el cual sugiere que este no es cualquier hombre o un grupo de personas, pero el autor se esta refiriendo a un hombre especifico.  Este “hombre dichoso” “no anda en el consejo de los impíos, ni se detiene en el camino de los pecadores, ni se sienta en la silla de los escarnecedores.” Este hombre misterioso es el arquetipo de la literatura de la sabiduría a la cual los Salmos pertenecen.  Es la imagen de un hombre perfecto.  A través de Romanos 3:10 y de Salmos 53:2-3 sabemos que no hay justo, que no hay nadie que busque o entienda la sabiduría de Dios.  El mismo Salomón pregunta “Quien puede decir: Yo he limpiado mi corazón, limpio estoy de mi pecado?  La respuesta es simple, nadie puede, mas solo el hombre del Salmo 1.  Este hombre, “El Hombre dichoso,” es el único que es descrito en el libro de los Salmos como alguien que le teme a Dios y se deleita en El.   

El Hombre dichoso se deleita en la ley del Señor, y en su ley medita de día y de noche! Hay un significado mucho mas profundo en esta frase que solo alguien quien medita en la ley del Señor.  El mandamiento de meditar en la ley del Señor es un mandamiento el cual les es dado a los reyes de Israel.  Esto lo podemos ver en Deuteronomio 17:18-20.  Este mandamiento le es dado a Josué , en el libro de Josué 1:7-9.  Al igual David le comanda a su hijo Salomón lo mismo en 1 Reyes 2:3-4.  Que es lo que nos dice esto acerca del hombre dichoso o bienaventurado de el Salmo 1?  Nos dice que este hombre es un líder o mas bien un Rey quien sigue al pie de la letra la ley del Señor y se deleita en ella. 

“Será como árbol firmemente plantado junto a corrientes de agua, que da fruto a su tiempo; y su hoja no se marchita; en todo lo que hace, prospera.”  El lenguaje de esta verso presenta paralelos con Génesis 2, Ezequiel 47 y con Revelaciones 22, en donde la narrativa nos presenta árboles en el templo y en el Jardín bañados por corrientes de agua.  D.A. Carson, en su comentario nos dice que “La escena en Ezequiel es modelada en parte en el Jardín del Edén y en el rió  adyacente que vemos en Génesis 2:9-10.  Como consecuencia Ezequiel y Revelaciones en visionan un reestablecimiento del Jardín de la primera creación, en donde la presencia de Dios habita abiertamente.”  Pero que nos dice esto acerca del hombre dichoso?  Esto es el resultado de su perfección, a raíz de su obediencia el hombre dichoso será bien plantado y su fruto o hoja no se marchita sino que su reino será establecido por siempre ya que prosperara en todo lo que hace a raíz de su obediencia en el Señor.                                                         

Además, en el Salmo 1 encontramos un contraste entre este Hombre, “El Hombre dichoso” y los impíos.  El Espíritu Santo a través del Salmista  nos dice que los impíos no formaran parte de la congregación de los justos y su camino perecerá.  Nuevamente surgen las preguntas de la identidad de este hombre dichoso y de los impíos.  Quienes son estos personajes?  El mejor comentario que podemos encontrar de la Biblia es la misma Biblia.  Muchas veces para poder encontrar respuestas a estas preguntas es necesario seguir leyendo.  En resumen tenemos a un hombre quien es descrito de manera perfecta, es un personaje royal o un líder y es un hombre de procedencia divina quien será establecido para siempre.  En el Salmo 2 hay un personaje que llena los requisitos de el hombre dichoso. 

El Salmo 2:6  nos dice: “Pero yo he consagrado a mi Rey, sobre Sion, mi santo monte.” Lo que el autor de los Salmos nos esta diciendo es que el rey de Sion del Salmo 2 y “el hombre dichoso” del Salmo 1 son uno y el mismo.  Este rey es la figura mesiánica que cumple el convenio Davídico, y quien establecerá su reino por siempre.  El lenguaje que vemos en el Salmo 2:7, es la misma frase citada por el autor de el libro de Hebreos 1:5, al igual que en Hechos 13:33.  Es Jesucristo quien es “el hombre dichoso” del Salmo 1 y “El rey de Sion” El Ungido del Señor del Salmo 2.  Los impíos del Salmo 1 están identificados en el  Salmo 2 como los Reyes de la tierra y las naciones, Salmo 2:1-2 nos dice “¿Por qué se sublevan las naciones, y los pueblos traman cosas vanas? Se levantan los reyes de la tierra, y los gobernantes traman unidos contra el SEÑOR y contra su Ungido, diciendo…”  Además, en este Salmo hay una advertencia para los impíos como vemos en el versículo 10-12: “Ahora pues, oh reyes, mostrad discernimiento; recibid amonestación, OH jueces de la tierra.  Adorad al SEÑOR con reverencia, y alegraos con temblor, Honrad al Hijo para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues puede inflamarse de repente su ira.”  Ahora la otra pregunta que nos podemos hacer es en donde es que nosotros, aquellos que ponemos nuestra fe en El Rey de Sion encajamos en los Salmos 1 y 2.  La manera en que muchas de nuestras iglesias entienden el Salmo 1 es que este Salmo ser refiere a cualquiera persona o a un grupo de personas.  Este Salmo 1 y 2 son la introducción de el Libro de los Salmos, pero al mismo tiempo El Salmo 1 nos introduce al personaje mesiánico del hombre dichoso, el compararnos con este hombre seria mucho ya que este es el arquetipo del perfecto Mesías sin este hombre dichoso en nuestras vidas todos nosotros formaríamos parte de la congregación de los impíos.  Pero si encajamos en estos Salmos, no solo encajamos pero somos prometidos una bendición.  El Salmo 2:12 nos dice: “¡Cuán bienaventurados son todos los que en El se refugian!”  Todos aquellos que pongan su confianza en el Rey Davídico mesiánico, serán bienaventurados o una mejor traducción del texto hebreo seria con el termino bendición.  “Benditos son todos los que en El se refugian!”  Esta bendición para aquellos en que en el se refugian es nuestra salvación.  Jesús vino y vivió una vida perfecta, murió y resucito y ahora gracias a el poder de Dios nuestras vidas de pecado son remplazadas por la vida perfecta que Jesús vivió.  Cuando Dios nos ve, el no ve a pecadores, pero el ve a su hijo.  Nuestros pecados son remplazados por justicia, obediencia y vida eterna, no la nuestra, pero la de nuestro Señor Jesucristo.
Bendito sea nuestro Rey!!